Salvia microphylla celeste
Cultivar seleccionado de salvia microphylla por sus flores celestes. Como todas las microphyllas prefiere el pleno sol y poco riego. De aspecto silvestre, florece desde primavera hasta otoño, y agradece una poda de formación en verano.
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Salvia Subrotunda
Salvia nativa, perenne en climas templados. En misiones, o en jardines urbanos sobrevive de un año al otro, pero en Exaltación de la Cruz la consideramos anual. Se resiembra generosamente. De crecimiento rápido, se llena de multitud de flores rojo naranja. Un imán para picaflores.
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Salvia azurea
Salvia de las praderas norteamericanas, con flores azules o celestes según el cultivar. De crecimiento rápido, una poda en enero ayuda a tener una planta menos desgarbada y con floración más compacta.
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Salvia X Sylvestris violeta
La salvia X sylvestris es un híbrido de dos salvias europeas: nemorosa y pratensis. Conserva la flor de la nemorosa en largas espigas densas de flores pequeñas, y de la pratensis sacó un porte más alto, llegando las varas florales a 60/80 centímetros de alto. La clasificación entre nemorosas y X sylvestris es bastante confusa, nombrándose una por otras en muchos lugares, y la variabilidad y promiscuidad de la especie no ayuda. Es indispensable pleno sol, y la poda de varas secas ayuda a la refloración. No tiene ningún problema con las heladas.
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Salvia Uliginosa
Otra nativa amada por los paisajistas del mundo. La salvia uliginosa forma una mata densa donde a fines de primavera emergen multitud de varas que se llenan de flores celestes. No tiene problema con la humedad de Buenos Aires (justamente su ámbito natural), no se hiela.
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Salvia Sclarea
Impactante salvia bianual, que se resiembra con facilidad. Roseta basal de sesenta centímetros, y una floración que no puede pasar inadvertida. Prefiere el clima seco, y en Buenos Aires, el lugar más seco del jardín. No tiene problema con las heladas. Pleno sol. De amplio uso medicinal.
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Salvia purple Majesty
Un híbrido excepcional de salvia guaranítica también comercializado bajo el nombre de Blue magic, o Amistad. De floración continúa y crecimiento rápido, se adapta a muchas condiciones del jardín manteniendo su espléndida performance. En jardines urbanos florece también en invierno, en cambio acá se hiela la parte aérea y rebrota en primavera.
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Salvia procurrens
La salvia procurrens es un excelente cubresuelo. Nativa, tapizante, de crecimiento rápido y de gran adaptabilidad a sectores de sombra, tiene un follaje redondeado distintivo, y una floración efímera.
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Salvia pratensis lila
Súper rústica, originaria de las praderas alpinas donde soporta nieve y hielo, la salvia pratensis es una excelente adición para canteros bajos. Salvia de roseta basal con hojas grandes, de floración concentrada, en primavera y otoño, el corte de las varas secas estimula la refloración. Este cultivar de flores lilas es el que hace más tiempo se consigue en Buenos Aires, y es particularmente fértil, resembrándose espontáneamente. Pleno sol.
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Salvia Pállida
Nativa de Entre Ríos y Corrientes, donde se encuentra en humedales, la salvia pállida forma una mata densa de tallos verticales. La poda severa ayuda a que no presente un aspecto paludo. Florece en verano, y en invierno el follaje se torna rojizo. No tiene problemas con las heladas. Planta rústica, nuestra, y que atrae infinidad de polinizadores como abejas y abejorros.
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